PortadaOtraTierra Raúl Elena Calvo: "Estar ante un poema nos hace estar en guardia permanente" - PortadaOtraTierra 213x300 - Raúl Elena Calvo: “Estar ante un poema nos hace estar en guardia permanente”1º) Otra Tierra, el poemario que nos ocupa. ¿Nace de un trabajo elaborado o de momentos de inspiración?

Desconozco qué es la inspiración. No me llevo bien con ella. La escritura es un trabajo minucioso, manual, lentísimo. Sí que tiene que existir una salida, un inicio, pero hay que forjarla, corregirla, arrancarle y pegarle cosas, meterla en agua, dejarla reposar.

 

2º) ¿Utilizas el género poético para hacer un cuestionamiento del mundo?

No. No llego a tanto. Hay demasiadas cosas que no entiendo pero no tengo ningún ánimo filosófico ni existencialista al escribir. Escribir poesía es una forma diferente de decir las cosas.

 

3º) Tus poemas breves se asemejan a la poesía oriental. ¿Te ha influido algún autor o es algo que te nace solo?

Me gusta la brevedad, y la busco; quizás es que soy vago, no sé. Los poemas más largos tienden a ser narrativos, y eso, generalmente, los empeora. La brevedad, en el relato y en el poema, hace morir lo accesorio, lo que sobra y la intensidad del texto aumenta. Decir con menos. Expresar con lo mínimo. Los haikus son una muestra de ello. Pero no soy gran conocedor de la poesía oriental; mentiría si lo dijese. Leer a Pizarnik, por ejemplo, cualquier poema breve suyo, hace más palpable ese concepto de intensidad.

 

4º) Otra Tierra está dividida en tres secciones. ¿Existe un nexo de unión entre ellas?

Sí, básicamente sí. No es un orden cerrado ni perfecto pero el conjunto intenta ser una especie de camino, de avance.

El inicio, Lentos Pájaros Fríos, es más narrativo en la estructura y en la longitud de los poemas, y más oscuro en el fondo. Hay más invierno, más frío, más noche. Nieve, temblores, tormentas.

La segunda parte, Oriente, es algo que se pone en movimiento; la búsqueda. La aventura no se dirige al oeste como en las películas de vaqueros sino hacia oriente, el lugar por el que amanece. El clima es más templado. Los poemas aquí pierden peso y ganan luz.

La tercera parte, Antes fue hierro, es sí no un destino final, al menos una parada, un descanso. Algunos poemas son más limpios. Más instantáneos. Importa la imagen. Disfrutar —una palabra que no cabría en las otras partes—, de la imagen, de la visión del presente.

 

5º) ¿Crees que la metáfora es fundamental en poesía?

Es importante. No sabría decir si fundamental o no. Otra herramienta-elemento que hay que saber utilizar y elegir o no, incluir o no. Hay textos grandiosos sin metáforas y hay metáforas que engrandecen textos. Como decía antes, en el poema es importante la intensidad, el instante, ese único y breve momento presente. Lo básico es la palabra: el poema se construye con palabras, no con ideas. Lo decía Mallarme, creo.

 

6º) ¿Qué importancia tiene el amor en tu poesía?

Es extraña esta pregunta. El amor, supongo, forma parte de la persona y es la persona la que escribe, pero hay más elementos que conforman el puzle y uno elige lo que va al papel. Asociar poesía y amor me parece una mezcla con sabor decimonónico y quinceañero a la vez. En la poesía cabe el amor, claro, y caben otros conceptos: el miedo, los otros, el trabajo, la propia literatura, el tiempo, la enfermedad, el sudor… ya sabes… todo eso.

 

7º) ¿Piensas que la poesía es un género literario que requiere de la vivencia del autor? ¿Es tu caso?

Requiere trabajo y lectura y reflexión y una papelera sin fondo. Las vivencias propias van llenando nuestro cuerpo y nuestra cabeza de todo eso: todo deja marca.

 

8º) ¿Qué tipo de lecturas prefieres? ¿Te consideras un gran lector?

Esta es una pregunta con trampa. Soy lector; todos los somos, no sé si grandes o pequeños. Leo más relatos que novelas y que poemas. En ocasiones, ensayos. Soy desordenado y mis criterios son débiles e inciertos. Normalmente una lectura lleva a otras, por contagio, por cansancio o por falta de conocimientos. La poesía se cuela muchas veces entre otras lecturas: su longitud y su naturaleza lo permiten. Los poemas fijan nuestra atención como lectores y como escritores. Leer una novela de ochocientas páginas permite algún descuido, algún momento de menor cuidado. Sin embargo, estar ante un poema de treinta versos, o de diez, o de tres, nos hace estar en guardia permanente, cerrar las puertas para que no escape nadie y abrir mucho los ojos.

 

9º) Para terminar, háblanos un poco de tus proyectos literarios.

Dije antes que soy desordenado. Es complicado plantearse un proyecto creativo concreto. Quería apartar estos poemas de Otra Tierra en el libro para que dejasen de dar vueltas en mi cabeza. Que salieran y tuvieran su propio soporte y su propia vida. Creo que tardaré tiempo en volver a unir un libro de poemas. De momento, trabajo con relatos. Quizás por ahí tire ahora el camino. Relatos. Y más lectura y más relectura. Desgastarse las manos con palabras. Eso.


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