Análisis Literario de “Y DE REPENTE TODO ES AMOR” por Alfonso Becerra Álvarez: Una Exploración Poética de lo Trascendente
“Y DE REPENTE TODO ES AMOR” representa la culminación de una trilogía poética de Alfonso Becerra Álvarez, iniciada durante el confinamiento con “En Lavapiés Los Días Son De Poesía” (2021) y continuada con su exploración mística en “Para ellas Para ellos” (2022). Este poemario, escrito entre 2022 y 2024, materializa un viaje interior donde el autor trasciende la concepción convencional del amor romántico para elevarlo a una dimensión universal que abarca tanto lo tangible como lo divino.
La Esencia Poética de “Y DE REPENTE TODO ES AMOR”
A través de sus 125 páginas, Alfonso Becerra nos invita a un recorrido íntimo donde dialoga con su entorno (el barrio madrileño de Lavapiés, su tierra natal extremeña de Torremejía), con sus seres queridos (su madre, su hermano, sus amigos), y principalmente con lo trascendente, representado frecuentemente como “Dios”, “Amor” o simplemente como presencia vital.
La métrica en “Y DE REPENTE TODO ES AMOR” privilegia el verso libre, aunque dotado de una musicalidad interna conseguida mediante repeticiones, anáforas y un ritmo que emana naturalmente del estado emocional más que de patrones métricos rígidos. Esta libertad formal permite al poeta expresarse con autenticidad, alternando versos breves y concisos con otros más extensos y narrativos según la intensidad del momento poético.
El poemario establece un diálogo profundo con la tradición mística española, particularmente con Santa Teresa de Jesús, quien aparece explícitamente como figura inspiradora en el poema “TERESA”. Esta conexión con la mística carmelitana se manifiesta en un lenguaje que describe los encuentros con lo divino como experiencias sensoriales, corporales e íntimas, aunque Becerra actualiza esta tradición desde una sensibilidad contemporánea, urbana y cotidiana.
Técnicas Literarias en la Poesía de Alfonso Becerra
El autor despliega un abanico de recursos literarios que confieren a sus versos una intensidad expresiva singular:
La repetición constituye uno de sus recursos característicos, utilizando anáforas que crean un efecto hipnótico similar a las letanías religiosas. En poemas como “ALMA MÍA, VUELVE, VUELVE”, este recurso genera un ritmo envolvente que refuerza la súplica interior. Igualmente notable es su uso de la repetición con variaciones, como en “HAZ DE MÍ”, donde cada verso comienza igual pero desarrolla distintas peticiones espirituales.
La yuxtaposición de contrarios aparece constantemente en versos que unen elementos aparentemente opuestos: “Es tan grande el dolor interno / que a mis noches les falta aliento”. Esta técnica refleja la naturaleza paradójica de la experiencia espiritual que Alfonso Becerra explora en “Y DE REPENTE TODO ES AMOR”, donde el dolor y la plenitud pueden coexistir en perfecta tensión poética.
El simbolismo natural impregna todo el poemario, transformando elementos cotidianos en vehículos de significado trascendente. El viento, la luz, el agua o los pájaros funcionan como manifestaciones de lo divino: “¡Bajaron del cielo dos Ángeles volando / Y mi corazón brillaba de nuevo renovado!”.
Comparativa con Otros Poetas Contemporáneos
La poesía de Alfonso Becerra dialoga con varios autores contemporáneos mientras mantiene una voz distintiva. Con Clara Janés comparte la exploración de lo espiritual desde una mirada contemporánea, aunque Becerra opta por un lenguaje más directo y accesible, encontrando en la naturaleza símbolos para expresar realidades trascendentes.
Con Antonio Colinas resuena en la fusión entre paisaje exterior e interior como espacio de revelación, aunque mientras Colinas navega un universo cultural amplio con referencias clásicas y orientales, Becerra permanece anclado en una espiritualidad más cercana a la tradición cristiana española.
La influencia de Alberto Caeiro (heterónimo de Fernando Pessoa) resulta reveladora: ambos comparten esa mirada limpia, sin artificio ni intelectualización excesiva de la experiencia. Como Caeiro, Becerra aspira a una poesía que nazca de la experiencia directa de lo real.
Con José Ángel Valente podría establecerse una conexión en cuanto a la búsqueda de una palabra esencial que toca lo inefable, aunque Becerra se aleja del hermetismo y la densidad conceptual valentiana para ofrecer una poesía más inmediata y emotiva.
El Universo Simbólico de “Y DE REPENTE TODO ES AMOR”
El jardín emerge como símbolo central del espacio interior donde el alma cultiva sus vivencias. En “SOMOS UN JARDÍN”, Alfonso Becerra desarrolla esta metáfora: “Somos un jardín, mojada tierra, semillas y raíz / Brote creciente, hoja, ramas, hierba y simiente”. El jardín representa tanto el espacio de cultivo espiritual como el lugar del encuentro amoroso, evocando tanto el Paraíso bíblico como el huerto místico teresiano.
La luz aparece constantemente como símbolo de lo divino y la revelación espiritual, manifestándose en diversas formas: rayos de sol, estrellas, luna, fuego. En poemas como “LUZ DE LLENO” o “LUZ DE MIEL”, esta luminosidad se asocia directamente con la experiencia trascendente.
El camino simboliza el recorrido vital y espiritual, presente en numerosos títulos (“CAMINO DE LUZ”, “CAMINO VACÍO”, “CAMINO DE LOS ROMEROS”). Este símbolo universal adquiere en Becerra connotaciones de peregrinación interior, búsqueda y autodescubrimiento.
Las aves, especialmente las palomas, funcionan como símbolos del alma y mensajeras entre lo humano y lo divino. En “SIETE PALOMAS”, estos animales conectan lo terrenal y lo celestial: “Bajando la cuesta vienen volando, siete palomas”.
Estructura y Experiencia Lectora
La estructura de “Y DE REPENTE TODO ES AMOR” crea una inmersión gradual en el universo íntimo del poeta. Los primeros poemas funcionan como pórtico para adentrarse paulatinamente en experiencias más intensas y revelaciones más profundas, permitiendo al lector familiarizarse con el lenguaje simbólico antes de enfrentarse a los momentos de mayor densidad espiritual.
La alternancia entre poemas breves y extensos, entre composiciones narrativas y otras puramente líricas, establece un ritmo que evita la monotonía y mantiene viva la atención del lector. Esta variación rítmica refleja también los distintos estados anímicos que componen el viaje interior descrito por Alfonso Becerra.
La inclusión de fechas en algunos poemas genera un efecto de diario poético o cuaderno de bitácora espiritual que invita al lector a acompañar al autor en tiempo real a través de sus descubrimientos y crisis. Esta cronología fragmentaria refuerza la sensación de autenticidad y testimonio vivencial.
Los poemas dedicados a personas concretas o lugares específicos (Torremejía, Lavapiés, “A Kily”, “A mi hermano”) crean puntos de anclaje en lo tangible que equilibran los momentos de mayor elevación mística. Esta alternancia entre lo concreto y lo trascendente facilita la identificación del lector con la experiencia descrita en “Y DE REPENTE TODO ES AMOR”.
Organización Temática del Poemario
El libro se estructura en torno a varios ejes temáticos que se entrelazan sin seguir un orden estrictamente cronológico, sino más bien una organización basada en resonancias emocionales y espirituales:
La búsqueda espiritual constituye el eje vertebrador, manifestándose en poemas que exploran estados de oscuridad interior (“NOCHE OSCURA”), momentos de revelación (“LA VOZ DE DIOS”) y espacios de encuentro con lo trascendente (“CAMINO DE LUZ”). Esta búsqueda no sigue una trayectoria lineal sino que alterna momentos de certeza y duda, encuentro y pérdida.
El amor como fuerza trascendente aparece como segundo gran tema, elevado más allá de lo romántico para convertirse en principio cósmico. El poema titular “Y DE REPENTE, TODO ES AMOR” sintetiza esta visión universalizadora del sentimiento amoroso que Alfonso Becerra desarrolla a lo largo de la obra.
La geografía emocional constituye otro eje importante, con poemas dedicados a lugares significativos para el autor. Madrid y especialmente el barrio de Lavapiés aparecen como espacios de experiencia cotidiana, mientras que Torremejía (Extremadura) representa la conexión con las raíces. Esta alternancia entre el espacio urbano y el rural enriquece el universo simbólico del poemario.
La memoria personal y los vínculos afectivos emergen en poemas dedicados a personas concretas: “DOS PALMERAS” (a sus hermanas), “SECUENCIA DE MADRE”, “EL MEJOR REGALO” (a su hermano) o “KILY” (a una persona fallecida). Estos poemas actúan como puntos de anclaje emocional entre los vuelos místicos.
Temáticamente, el libro puede entenderse como un movimiento en espiral que regresa a los mismos motivos pero con mayor profundidad cada vez, culminando en poemas como “CAMINO DE LOS ROMEROS” que sintetizan el hallazgo espiritual tras el recorrido interior: “Y de repente, / Dios es Amor / ¡Por el camino de los romeros!”.
Sobre el Autor: Alfonso Becerra Álvarez
Alfonso Becerra Álvarez nació en Mérida en 1981 y es natural de Torremejía (Extremadura). Actualmente reside en Madrid, donde ha desarrollado su trayectoria poética. “Y DE REPENTE TODO ES AMOR” constituye su tercera obra publicada, completando una trilogía que incluye “En Lavapiés Los Días Son De Poesía” (2021) y “Para ellas Para ellos” (2022).
La poesía de Becerra se caracteriza por su acercamiento directo a la experiencia espiritual desde lo cotidiano, estableciendo un diálogo con la tradición mística española pero actualizada a través de un lenguaje contemporáneo y accesible. Su obra explora el amor como fuerza trascendente que conecta lo humano con lo divino.