Título: METAFÍSICA RECREATIVA
GANADOR DEL 1ER PREMIO DEL I CONCURSO DE POESIA DE LA EDITORIAL POESÍA ERES TÚ
Autor: Salustiano Masó
ISBN-13: 978-84-937571-3-7
Editorial: Poesía eres tú
Salustiano Masó (Alcalá de Henares, 1023) obtiene con Metafísica Recreativa, el primer premio del concurso de poesía de la Editorial Poesía eres tú del año 2008. Se trata de un poemario plagado de recursos literarios en los que Salustiano deja ver su oficio de poeta tratando los principales temas de la poesía. La metafísica es una de las principales teorías de la filosofía que origino Aristóteles y que trata de las “cuestiones últimas”, Salustiano acierta plenamente con el título de la obra ya que la poesía trata esas mismas cuestiones de la humanidad recreándose en ellas.
El Autor:
Salustiano Masó (Alcalá de Henares, 1923). Publicó su primer poemario Contemplación y aventura, (accésit Adonáis, 1957). Historia de un tiempo futuro (accésit Adonáis, 1960). Premio Guipúzcoa en 1962 con Jaque mate, publicado en San Sebastián. Otros títulos posteriores son La pared, Canto para la muerte, Como un hombre de tantos, La música y el recuerdo, Piedra de escándalo, todos ellos con diversos premios o distinciones que permitieron su publicación en la década de los sesenta. Ya en los setenta Coro concertado, La bramadera, Pentagrama sin pájaros, Amor y viceversa, Ejercicios de contrapunto, Una vasta elegía, Canción de lo tachado, Unas palabras donde vivir, casi todos con galardones o distinciones que posibilitaron su edición. Al filo de los ochenta, Así es Babilonia (Premio Miguel Hernández, Orihuela) y las glosas del oscuro (Premio Ciudad de Badajoz), y en 1986 el Premio Ciudad de Irúo Don fábula, publicado en San Sebastián. Poesía escogida (El Bardo 1983), Obra rememorada (Libertarias-Prodhufi 1991) y Clamor a fondo perdido (LibertariasProdhufi 1995) son tres antologías de varia extensión que recogen lo más destacado en su obra. Como traductor, Salustiano Masó obtuvo en 1993 el Premio Mundial Natthorst-Unesco por el conjunto de su obra de traductor literario.
Extracto de la Obra:
Desayuno
Saboreo los gajos agridulces
del nuevo día, salpicando
los olorosos jugos
en el hule de cuadros,
y el café,
que es recuerdo y atisbo de mañana,
parece remedar no sé qué música
que se extingue,
pero hay algo en su aroma que le pone
un contrapunto de inmortalidad;
algo como el acorde perfectísimo
de esta dorada miel
que nutre y lentamente
destruye:
panal que fluirá sobre la muerte
Así, ajeno al remontar del día,
me doy al sortilegio y al manjar
y me transformo y soy
el paladar que goza y ya no piensa
y urde su inverosímil ajedrez
sobre el mantel de cuadros
mientras
aún en el llar la cafetera insiste
y la sabiduría está en que no se apaguen
esos rescoldos
Álbum de familia
Repaso fotos hoy de muy antaño
y se me van clavando en lo más blando
y duradero del sentir:
ésta sí, aquélla también,
hacen saltar las cuentas
de mi amargo rosario
Unos que fueron se alzan desde lo gris
del polvo
Otros que aún son y andan lejanos
o prefieren romper con toda imagen
Pero duelen, resisten las amarras
de estas fotografías, a dentelladas con
el olvido
Y tan inanes en la niebla
como faros a los que se les ha agotado
el combustible,
clávanseme sin fin desde su nada,
hácenme sollozar desde su todo
Y el gato
crece, crece, despide por los ojos
chispas de alto voltaje
En un instante se abalanzará
sobre mí
Y entonces…
¡Ah, entonces,
habrá dejado ya de ser un sueño,
y una vez más me encontraré indefenso
en mi yacija de puñales
despedazado por la realidad!
Alta improbabilidad
Si me toca la gracia
—quiero decir si me tocara—¬
me doy cuenta al momento,
porque algo me duele —dolería—
¬de vértebras afuera,
de vértebras adentro;
porque algo que hay en mí
ciego de nacimiento
abre un ojo terrible —lo abriría—
¬y voz que nunca tuve rugiría
—desmelenado violín violento—
Si me tocara, digo, la gracia, que, en principio,
no sé muy bien en qué demonios
consiste —ruego
que me perdonen—,
de dónde llega cuando llega,
pese a lo mucho escrito con
tan tenaz convencimiento
por la legión rampante
de los desposeídos de ese don
tan egregio
La gracia, incomprensible lotería,
de la que llevo —llevaría—
¬participación enésima,
y a buen seguro no me va a tocar
jamás —como ya es obvio
por el momento—¬