Título: LOS SENTIMIENTOS QUE ENCONTRÉ
Autor: SANDRO VERA GONZÁLEZ
Año de Publicación: 2019
Colección: Poesía eres tú
ISBN-13: 978-84-17754-13-6
Editorial: Poesía eres tú
PVP: 12 Euros (IVA Incluido). Puedes adquirir el libro en tu librería habitual y en nuestras librerías en internet.
Nº Pag. 118
RESEÑA:
Un día descubres que sufres.
Que vives.
Que entiendes todo desde diferentes perspectivas.
Un día bailas, ríes y disfrutas de todos los momentos que vuelan a tu alrededor.
Otro lloras, cantas y duermes, deseando que tus temores más profundos no despierten.
Te das cuenta de que el tiempo no es nada.
Pero a la vez, sabes que es lo más valioso que tienes.
Un día recapacitas, cambias, dices no hacer todo aquello que te impide disfrutar del viento.
Y al final, vuelves a volar con ello.
Un día abres los ojos, y el corazón.
Y el tiempo que tanto te odiaba, pone una rosa en los últimos minutos de tramo.
Un día miras atrás y recuerdas con tristeza todo aquello que considerabas circunstancias.
Y miras al futuro con esperanza, con ilusión.
Caminando con una mano aferrado a todos aquellos sentimientos que encontraste.
Y la otra esperando agarrar a todos aquellos que aún te quedan por encontrar.
Y es en ese momento cuando descubres que aquellos días del tiempo ya no son nada.
Y que lo importante de verdad, son los sentimientos que el mundo puso en tu camino.
Porque somos personas, y estamos hechas para sufrir.
Pero sobre todo, un día descubres, que las personas estamos hechas para volar.
EL AUTOR:
Nací despidiendo un julio de 2001. Mi infancia no fue fácil, las circunstancias así lo quisieron.
Nunca entendí bien qué sucedía a mi alrededor, no conseguí descifrar el significado de la familia. Y mucho menos el del amor.
Siempre fui muy creativo. Respondía al mundo con mis sistemas, mi lógica, mis explicaciones. Y sentía, sentía mucho.
Sentía tanto que sufría por sentir. Aunque no sabía ni qué era eso del sentir.
Aprendí a luchar, y me agarré a todas las manos que me ofrecieron, pero nunca me dejé atrás, nunca me abandoné. Y seguía sintiendo.
Fui creciendo y nunca destaqué especialmente entre el resto. Era uno más, un poco callado tal vez, pero nunca he sido de hablar mucho. He pasado desapercibido.
Anduve por el sendero de la neutralidad emocional durante un tiempo, y perdí el rumbo.
El sentir se transformó, evolucionó, descubrí la realidad y mi mundo, que la ocultaba, se desvaneció. Y decidí construir uno nuevo.
A día de hoy le he dado sentido propio a muchas cosas. Tengo fama de hablar poco y bajo, pero he decidido gritar todo en letras, en versos. Y siento, más que nunca.
Realmente tengo más futuro que pasado. Y espero poder cambiarlo.
Transformarlo en sentimientos, en pasión, en sutileza, en la voz que me caracteriza.
Espero cambiar mi futuro para enseñarme la lección que todavía no he aprendido.
Dejar que tu presente sea tu pasado, pero nunca jamás, dejar que defina a tu futuro.