prueba2 ESPÍRITU DE LICÁNTROPO – Aitor MARTOS GARCÍA - prueba2 211x300 - ESPÍRITU DE LICÁNTROPO – Aitor MARTOS GARCÍA

Título: ESPÍRITU DE LICÁNTROPO

Autor: Aitor MARTOS GARCÍA (2009)

ISBN-13: 978-84-937016-5-9

Editorial: Poesía eres tú

https://poesiaerestu.com

Depósito Legal: SE-2518-2009


Aitor MARTOS GARCÍA (Sta Coloma de Gramenet, 1988), hace uso en su poesía de la métrica y de la rima, escribe sobre temas de hoy pero sobre todo sobre el amor y su desarraigo. Entre su colección de sonetos y sus poemas Haikus podemos encontrar versos donde se hace latente esa soledad casi demente que sin lugar a dudas lleva al poeta a la poesía.

EXTRACTO DE LA OBRA:

Yugo

De mi casa voy al bar más cercano
y, desde ese bar, retorno a mi casa;
mi corazón, ardiendo, es una brasa
apagándose en mi ron cotidiano.

Toda la pena sostengo en mi mano,
ya el dolor a mi vida ha puesto tasa;
arrastro por los suelos mi alma lasa
aquejado de un llanto sobrehumano.

Me encuentro sometido bajo un yugo
de cadenas, temores, y angostura,
y me custodia un tormento severo.

Tu caprichoso amor me fue un verdugo
y extirpó cualquier rastro de ternura
el forzoso olvido de tus te quiero.

Mañana, si quieres

Hoy, el áureo reflejo de las nubes albinas
empapa, desde el cielo, de blancura las cosas;
hoy la rosa que guardas se ha cubierto de espinas:
mañana, si tú quieres, te colmaré de rosas.

Hoy, una primavera de amores se arrebolla
y va cubriendo todo de palomas hermosas;
hoy tu alma se vacía y de estiércol se rehoya:
mañana, si tú quieres, te siembro mariposas.

Hoy, Morfeo te llama a olvidar el desvelo
y darte cuenta que hay mieles más jugosas;
hoy tu corazón duele, se le ha muerto un anhelo:
mañana, si tú quieres, se acabaron las posas.

Más de una muerte

En algunas ocasiones
hay un dolor silencioso
que serpea por nuestras venas
y nos encoge el corazón
y constriñe nuestra alma
hasta debilitar
los huesos
y los músculos,

entra como un navajazo
y sale como un navajazo
y así la sangre derramada
es una ofrenda silente
pidiendo piedad,
una piedad esquelética.

A veces sacrificamos
un amor
para alargar la vida.

Lo que ignoramos
es que así
vivimos más de una muerte.