Los poemas, que el lector encontrará en el interior de estas páginas, no necesitarán ser leídos varias veces, para comprender lo que en ellos se trata de expresar. Se sienten, más que se comprenden, y se viven al tiempo que se leen.
El autor dice, que este pequeño libro, está escrito para ser leído en aquellas situaciones distendidas y relajadas, tanto de la mente como del espíritu, así como para rellenar poéticamente aquellos huecos en un tiempo de espera: ideal para releer en el metro, en un viaje en avión, en la soledad espiritual de la cumbre de una montaña, o incluso mientras esperamos, en casa, esa cita romántica que no tardará en llegar, y ante la que se necesitará sin duda, una especial disposición de la mente y del alma.
José Manuel Sáiz, apenas se ha prodigado en concursos de poesía, pero sin embargo su concurrencia fue premiada, en el Primer Certamen Internacional Poético de Cadalso de los Vidrios, con un precioso poema, que el lector podrá encontrar en el interior de este librito y al que el autor no ha dudado en calificarlo como su tarjeta de presentación: EL CONTADOR DE ESTRELLAS.