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Mayte SANCHEZ SEMPERE Entrevistas con Mayte SÁNCHEZ SEMPERE - 21 08 07 1349 - Entrevistas con Mayte SÁNCHEZ SEMPERE

Mayte SANCHEZ SEMPERE, acaba de publicar su segundo libro de poesía “El año al que le faltó un mes”. Al igual que en “Carnaval”, su primera obra, en este nuevo título se entreteje una poesía clara, libre de etiquetas, donde la mujer juega un papel primordial. Mayte no es solo una poetisa, sino que además es escritora de cuentos y relatos.


P.- Parece que en la poesía hay más poetas que poetisas, sin embargo son cada vez más las mujeres que escriben. ¿Tu poesía viene a cubrir ese vacío?

R.- Efectivamente parece que hay más autores masculinos, al menos entre los más reconocidos. Y parece que el lector está más acostumbrado a esa poesía masculina, hecha y sentida por hombres, a ese lenguaje creado y recreado por hombres. Uno de los problemas que he encontrado al leer a mujeres aficionadas es que parecen querer emular esa manera de hacer poesía, adoptan un imaginario tradicionalmente masculino que muchas veces no resulta convincente sino que parece un poquito cursi. Creo que es bueno que las mujeres nos desliguemos un poco de esa tradición y creemos nuestro propio lenguaje poético, que en muchas ocasiones es más duro, más realista, más sensual que el de los hombres.


P.- “Hoy tengo el Carnaval metido dentro” dice uno de tus versos que dan título a tu primer libro. ¿Es la labor de un poeta un disfraz que uno se pone para escribir o uno no se puede quitar nunca ese disfraz?

R.- Realmente para escribir hay que hacer todo lo contrario, quitárselo todo, desnudar el alma y plasmarla tal cual sobre el papel. El disfraz es el que los poetas nos ponemos necesariamente para salir a la calle y sobrevivir, como peces fuera del agua, en un mundo que, para cualquier persona capaz de exponer su corazón al aire, resulta absolutamente hostil.


P.- Dicen que la poesía es un arte para minorías. ¿Te beneficia esto a la hora de crear?

R.- Yo creo que en cierto modo si. Personalmente no me gustan las multitudes, las masas, las modas… huyo de todo lo que huele a fenómeno social, pero no por esnobismo sino por la sospecha de que cuanto más éxito tiene algo en esta sociedad tan mercantilizada mayor es el beneficio que obtienen algunos de ello. Y yo me niego a colaborar en ese tipo de “causas”. Supongo que debe ser mi espíritu romántico, prefiero apostar por las causas perdidas.


P.- Dicen que tu poesía tiene reminiscencias de Joaquín Sabina y Gioconda Belli, ¿Han influido estos en tu poesía?

R.- Ambos me gustan mucho a pesar de no tener nada que ver el uno con la otra. El puntito canalla de Sabina me inspira y me recuerda que soy una chica de barrio, despierta mi lado urbano. Y Gioconda Belli es puro sentimiento, absolutamente femenina, tremendamente romántica. Mezclar ambas cosas resulta complicado, aunque creo que poco a poco voy encontrando mi propio lugar, el equilibrio entre lo que soy y lo que quiero transmitir cuando escribo.


P.- Además de escribir poesía pintas y haces fotografía. ¿Tienen algo en común estas formas de arte?

R.- Yo creo que el arte es uno solo, independientemente de como se exprese. La sensibilidad artística busca un camino para expresarse, una forma de comunicar y afortunadamente me siento tan cómoda escribiendo como pintando o haciendo fotografías. El resultado, el mérito, lo deben juzgar otros, claro…


P.- El amor juega un papel importante en tu obra. ¿Se puede desligar el amor de la poesía?

R.- En mi caso es imposible. El amor juega un papel importante, diría incluso que primordial, en mi vida y en muchas ocasiones el mejor vehículo para expresarlo, si no el único, son las palabras.


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