hector1 Héctor Álvarez Sánchez: El realismo es realismo y nada más. No creo que pueda ser estrictamente sucio o limpio. - hector1 300x300 - Héctor Álvarez Sánchez: El realismo es realismo y nada más. No creo que pueda ser estrictamente sucio o limpio.El escritor Héctor ÁLVAREZ SÁNCHEZ, nos presenta su segundo libro de poemas Todo lo que no habrá que supone una continuación en forma y estilo de su anterior libro Tirando de la cadena. Héctor es una de las contribuciones más importantes al realismo actual de la literatura española.

 

 

P.- Tu anterior libro Tirando de la cadena fue prologado por Carlos Chaouen y este es prologado por Paco Bello y lleva el título de una canción de este último autor. ¿Por qué ese título? ¿Te inspira la música para escribir tu poesía o son los actos cotidianos?

 

R.- Me gustaba ese título. Daba sensación de vacío, de conducir con los ojos vendados, de caer en un pozo sin fondo. Todo lo que no habrá encierra un mensaje mayor, te deja la puerta abierta a miedos y desesperanzas.

Ser conscientes de que existen cosas que nunca han de suceder, hagamos lo que hagamos, es complicado y duro. Me gustaba el título, es un buen resumen de emociones ocultas y un toque de atención, porque creo que hay que reducir el abanico de cosas que no habrá.

Me inspira la música, pero también todo lo demás. No puedes evitar caer en las trampas de las ideas. Llegan, te manipulan y se van. Esas ideas se acercan sin que nos demos cuenta: en medio de un atasco, escuchando una canción o haciendo una visita rutinaria al lavabo de una gasolinera. Contra ellas no podemos hacer nada. Y quizá no debamos.

 

 

P.- En uno de tus poemas hablas de que hay quien se empeña en encasillarte en el movimiento de realismo sucio. ¿Crees que tu realismo es un realismo parecido al de C. Bukowski, Raymond Carver, etc.?

 

R.- Habrá poemas donde me parezca a ellos y poemas donde no sea así. El realismo es realismo y nada más. No creo que pueda ser estrictamente sucio o limpio. Creo que depende de cómo se exprese.

Más que sucio, diría que es un realismo crudo. No se le añaden ingredientes de belleza ni se cocina durante largo tiempo. Por eso, a veces, sabe mal.

No puedo negar que me guste ser equiparado a esos grandísimos genios, pero creo que nunca habrá otro Bukowski ni otro Carver. Y creo que eso es bueno, porque abre la puerta a nuevas opciones, a diferentes tipos de escritura y, en éste caso, de realismo. Todos parten de sus propias vivencias y así lo vuelcan en la poesía.

En resumen, si me encasillan en su estilo, bien. Si no lo hacen, bien también.

 

 

P.- Muchos de los que están en este mundo de la literatura, coinciden que la poesía está más relacionada con el arte que con la literatura, tu poesía quizás tenga eso de diferente, es una poesía más de un literato que de un poeta. ¿Piensas que es inevitable que los escritores coincidan con la poesía en algún momento?

 

R.- La poesía, en mi caso, es la solución a un problema. Necesito escribir. Las ideas van creciendo en la cabeza (en volumen y en cantidad) y más tarde o más temprano tienen que salir.  Tiene mucho que ver con una cierta salud mental.

Esas mismas ideas, cuando salen, genéticamente se sabe cómo serán en el futuro. Novelas, historias cortas, largas, etc. Pero existen otras ideas, más extrañas por su contenido y forma, que no caben en esas categorías. Son historias excesivamente cortas, pero que expresan una idea o pensamiento que considero interesante y necesario contar. Eso son los poemas para mi. Historias que no quieren crecer más, o que no pueden. O que no saben.

Los poemarios son algo así como guarderías de algunos escritores. Nunca se sabe, quizá esos poemas puedan, en el futuro, convertirse en algo distinto. En algo mayor.

Creo que es inevitable que los escritores coincidan con la poesía. Creo que, de hecho, todos coinciden. Pero creo también que muchos no quieren escribir esas ideas sueltas y las dejan viviendo en su mente, vagando de un lado a otro, con la vana esperanza de convertirlas en algo más. Allá ellos.

 

 

P.- Todavía es pronto para hablar de un Grupo Generacional, sin embargo sí hay muchas coincidencias en los autores nacidos en la década de los setenta, cada vez son más los autores que destacan dentro de este grupo. ¿Qué piensas que tenéis en común los autores de vuestra generación?

 

R.- Creo que ese grupo generacional, aún sin nombre, sí existe. Y creo que no tiene nombre porque es bastante complicado ponerle uno. ¿La Generación del 09? No suena bien.

Ese “G9” es un grupo heterogéneo pero al mismo tiempo compacto, lleno de experiencias compartidas. ¿Una época convulsa? ¿El principio de la democracia? Todo eso suena muy bonito y quizá en el futuro (si nos convertimos en un movimiento relevante) se considere de vital importancia. Pero no, no nos engañemos, lo que tenemos en común son las casas empapeladas, los padres que aprendieron a serlo sobre la marcha, los dos canales de televisión, los programas, los dibujos animados, los rombos, los sueños metidos en aquella caja de imágenes en blanco y negro, los veranos que antes duraban un mes, los golpes aprendiendo a montar en bicicleta, los recuerdos con ese tono sepia que sólo se fueron llenando de colores con la llegada de los años 90, con aquellas chillonas camisetas de Acid House.

Los años 80 fueron un mal sueño, demasiadas hombreras por metro cuadrado.

Recuerdo que, en 2º de EGB (ni siquiera sé qué años se tenían entonces) pensábamos que en el futuro (hablo del ignoto año 2000), la gente tendría la cabeza enorme, habría paz en el mundo y volaríamos de planeta en planeta. Parece una estupidez. Y lo es. Pero al mismo tiempo creo que ese tipo de cosas son las que nos marcaron, los sueños y los desengaños y el futuro mezclado con el pasado, en una inevitable huída hacia delante. Hoy, desesperadamente, viajamos hacia atrás en el tiempo cada día, recordando lo que vivimos.

Tenemos en común algo más importante que una época histórica.

Y todo lo que llevamos dentro, lo que nos hizo crecer y engordar, lo vomitamos sobre papeles en blanco. A veces, el dibujo que forma, es bonito.

Bienaventurados los que vomitan.

 

 

P.- Te encuentras actualmente ultimando alguna novela tuya. ¿Nos puedes anticipar de qué tratan dichas novelas?

 

R.- Una es un conjunto de relatos que llevo años queriendo escribir. Eran ideas que no paraban de llamar a mi puerta (sabían mi dirección aunque me mudara de casa) y al fin les voy a hacer caso. Les abriré la puerta y compraré la maldita enciclopedia.

El otro es bastante más complicado. Quiero que se trate de un libro largo y cuidado, con más atención sobre los personajes y situaciones. Tengo un título provisional, pero nunca se sabe si llegará vivo al final.

El argumento gira en torno a un hombre que intenta alejarse de algunos malos recuerdos y se encuentra metido en algo que puede cambiar el mundo. Y le tocará decidir si debe hacerlo o no, porque probablemente dependa todo de él.

Lo que me gusta de esta novela, es que ni él ni yo sabemos qué va a hacer. Espero poder contarte algo más en poco tiempo.

Éste proyecto me entusiasma. Y con eso me vale, salga después como salga.

 

 

P.- Parece que la poesía es un arte destinado a una inmensa minoría, ¿Crees que la poesía es necesaria para los tiempos que vivimos?

 

R.- Creo que es necesaria, pero soy consciente de que no muchos piensan así. Es necesaria, pero no nos da dinero a final de mes, ni nos salva la vida, ni nos convierte (aunque nos guste la idea) en mejores personas. La poesía es algo que está ahí y a lo que se puede acudir de vez en cuando. Es la palmadita en la espalda, la sonrisa en el momento adecuado, el empujón cuando no nos atrevemos a saltar. Creo que es necesaria para quien la considera así.

Creo que es necesaria para mí. Y para ti.

 

 

P.- Por último y para terminar. En tu anterior libro hablabas al final de unos autores de imprescindible lectura. ¿Añadirías un año después algún autor más a la lista?

 

R.- Añadiría a Haruki Murakami.

¿Qué tiene que ver con la poesía?

Nada.

Pero hay algo en su forma de narrar que todo el mundo necesitaría escuchar. Yo empecé leyendo Tokio Blues, pero creo que deberíais empezar por “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”. Una auténtica maravilla. Es absolutamente indispensable.


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