Daniel Clemente Buchaca: "Incienso & Tinieblas refleja una contradicción entre lo nimio, liviano e inofensivo y lo denso, doloroso y metafísico" - FotoDanielweb2 224x300 - Daniel Clemente Buchaca: “Incienso & Tinieblas refleja una contradicción entre lo nimio, liviano e inofensivo y lo denso, doloroso y metafísico”Daniel Clemente Buchaca es el autor de Incienso & Tiniebla, un libro duro y realista, de versos marcados por el trabajo, la rutina del día a día y el desengaño con el mundo.

1- Para empezar, una pregunta no muy original. El título del libro, “Incienso y tinieblas” ¿A qué remite? Personalmente, he tenido la sensación que era casi una condición para leer el libro o para interpretar el entorno en el que había sido compuesto.

 

Incienso & Tinieblas refleja una contradicción entre dos polos opuestos que se hace patente a lo largo del libro; entre lo nimio, liviano e inofensivo y lo denso, doloroso y metafísico. Tenía muy claro que estos dos conceptos debían quedar reflejadas con dos imágenes que los representaran y cierto es que la elección del nombre tiene que ver con el entorno en el que escribí estos poemas ya que suelo tener la costumbre de encender incienso para ambientar mientras escribo. Pensé en como la inocencia de algunos versos a veces se convierte en algo denso y pesado, en tinieblas y entre una cosa y otra salió el título.

 

2- Da la sensación de que estamos ante un libro descontento con el mundo, pero sobre todo con el lugar del autor en el mundo. Transmite cierta decepción (“hoy mi nombre se deconstruye en una factura de luz, un carnet de la biblioteca, un sin fin de números…”)

 

Así es, y es que de alguna forma es fácil llegarte a sentir “engañado” por la vida. Me explico, cuando eres niño te educan con unos valores: sé bueno, se amable, se generoso, etc. pero eso no es lo que la realidad te transmite y eso es algo que podemos ver casi en cada detalle de nuestras vidas: bien cuando una superpotencia masacra miles de personas de un país tercermundista por petróleo, bien cuando te piden dos cientos mil euros por un piso de cuarenta metros cuadrados. Lo cierto es que por un lado el sistema te inculca esos falsos valores humanistas que son pura fachada y cuyo único fin es tener la conciencia tranquila, y por otro la cruda realidad es que es el mismo sistema el que fábrica déspotas y corruptos sin escrúpulos. Llegar al escalafón más alto de esta sociedad se consigue, invariablemente, consiguiendo montañas de dinero a costa de lo que sea, y eso es algo que entristece si eres alguien como yo, que aún cree en esos valores que parecen ser papel mojado ante el poder y la maquinaria capitalista.

 

3- Rutina, trabajo, también se cuelan dentro de tus poemas con un tinte muy negativo, como la realidad opuesta a los sueños que se tuvieron y no se cumplieron.

 

Bueno, los de nuestra generación vivimos una época complicada. En la época de nuestros padres no existían las hipotecas a cincuenta años ni los contratos temporales y nosotros en cambio estamos permanentemente saltando de un piso en ruinas a otro, de alquiler en alquiler, firmando paupérrimos, etc. Da la sensación de estar perpetuamente en situación de standby, a la espera de algo mejor pero sin estar nunca en un sitio definitivo. Ves que tienes ya una edad en la que suponías que estarías estabilizado y sin embargo no solo no encuentras tu lugar sino que a veces incluso parece que una vida mejor parece inalcanzable. Esta situación de descontento que es casi una seña característica de nuestra generación suele llevar fácilmente a la melancolía porque ves que no has conseguido las cosas que te prometiste de niño, pero de la misma forma debería ser un estímulo suficientemente fuerte como para querer pelear por un mundo mejor.

 

4- Muchos poemas llevan abajo una recomendación musical como posible acompañamiento de la lectura: ¿Qué papel ha jugado la música a la hora de construir este libro?

 

Pues debería decir que ha jugado un papel indispensable ya que siempre escribo escuchando música. Es complicado de explicar ya que son cosas que hago de forma muy instintiva, y guiándome más por sensaciones que por pensamientos razonados o prácticos, pero me expresaré lo mejor que pueda. Cuando siento la necesidad de escribir necesito como un “empujón” (Ya he dicho que me costaría explicarme) como una ayudita emocional, y para ello intento buscar una canción o algún tipo de música que se corresponda con la emoción que yo siento en ese momento. A veces tardo horas en encontrarla y si no la encuentro, es posible que ni escriba, pero cuando la encuentro suelo sentir como un “¡clack!” dentro mío, una conexión entre mi alma y la música y a partir de ahí ya me es imposible describir el resto, las letras fluyen casi al ritmo de la música.

 

5- En ese entorno de trabajo, rutina, facturas, alienación,…¿Qué papel juega la poesía en tu vida y qué papel crees que puede jugar en la de los lectores?

 

Se podría decir que es para mi una válvula de escape, pero lo cierto es que me tomo tan en serio escribir que a veces me da más quebraderos de cabeza que el propio trabajo. Es a la vez vocación y hobby, por que disfruto tanto leyéndola como intentando expresarme mediante ella. En cuanto a los lectores, espero haber sabido transmitir a mis versos el esfuerzo y la tensión que les dedico para que pueda llegar hasta ellos y así puedan compartir conmigo esta experiencia agria y dulce, en

definitiva, mi forma de comprender la poesía.

 

6- Aparte de la música, ¿Qué otras influencias te han marcado para realizar este libro?

 

Durante la redacción de I&T he estado leyendo (y releyendo) a autores de la generación beat, a Kerouack, (quizás más las novelas que los poemas) pero sobre todo a Ginsberg, me dejó fascinado no solo por Aullido, me sorprendió lo genial, alucinado y críptico de Sandwiches de realidad. Aunque ya fuera de esa generación podría mencionar a Sylvia Plath, la desgarradora intensidad de sus versos hace que después de leerlos ya no vuelvas a escribir igual.


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